jueves, 11 de abril de 2013


MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
Bueno comenzaré diciéndoles que siempre tuve la inclinación en el área de las ciencias química-biológicas ya que en mi familia la mayoría son ingenieros en las diferentes  especialidades, así que estudié la carrera de ingeniería química, la cual me apasiona mucho porque se enfoca a parte de lo teórico también mucho en la práctica principalmente en los laboratorios.

Como la mayoría de todos los egresados salí con la ilusión de trabajar en la industria, pero cruel desilusión en México todavía existe la discriminación laboral y en la mayoría de las empresas en las que solicite trabajo  preferían un hombre, pasaron dos años y no tuve respuesta, pero al final siempre hay una esperanza y me ofrecieron la oportunidad de trabajar en CONALEP impartiendo la materia de química, dudé un poco ya que para ser sincera ser maestra era mi última opción, sin embargo acepte el reto y conforme me fui empapando en esta noble profesión me empezó a gustar mucho, interactuar con los alumnos, preparar mi tema para impartirla al otro día, realizar investigaciones así como material didáctico interactivo para despertar el interés en  mis alumno, me sentí realizada, ya que me daba cuenta que era parte de la formación académica de mis estudiantes y le daba las herramientas necesarias para enfrentarse en su vida profesional.

Así paso un año y después me ofrecieron la materia de química, física y biología en una escuela secundaria, dándome más satisfacciones, porque tanto aprenden mis alumnos un poquito de mi como yo de ellos, para esto ya han transcurrido 12 años y no deja de apasionarme mi trabajo, alternando en las dos instituciones educativas.

Tengo grandes satisfacciones ya que a través de estos años me voy encontrando con mis ex alumnos que han egresado de las diferentes carreras que imparte CONALEP sintiendo una motivación cuando me ha tocado ir al hospital o el ISSSTE  con un familiar y veo con agrado que ya se encuentran trabajando en dichas instituciones y me dicen “gracias maestra” porque sin usted esto no sería posible y el apoyo que me dio cuando estudiaba” o los que ya son profesionistas y me hablan con alegría para decirme termine llegué a la meta siento como mi corazón se me inflama en el pecho y hasta lloro de emoción, pero claro no todo es color de rosa también siento frustración cuando mis alumnos dejan de estudiar por diferentes situaciones y luego me los encuentro que la vida no los ha tratado bien.

Esto me da la fuerza necesaria para seguir adelante y redoblar esfuerzos en esta gran profesión que es la docencia dándome cuenta  que aunque empecé como prueba, me dejó un gran sabor de boca quedándome definitivamente en ella experimentando que es lo más hermoso que me ha pasado en mi vida profesional.